Alegría.
Por la misma calle donde está la antigua casa de Sanmao, andando en dirección al océano, el visitante puede disfrutar de la tranquilidad del lugar donde se enclava el pequeño rincón en homenaje a la escritora.
Para llegar hasta allí basta caminar por un conjunto de calles sinuosas, entrelazadas y con nombres de escritores y pintores españoles de distintas épocas. Las calles abren nuevas sendas al paseante que probablemente y sin pérdida querrá acercarse al mar.