Casa de Sanmao.

Casa de Sanmao (El amor)

El amor, la alegría, el crecimiento, la espiritualidad, la sabiduría y la serenidad. Todos esos fueron los valores que caracterizaron a Sanmao.

Valores que supo transmitir a miles de lectores en sus escritos, pero también a las personas con las que se relacionaba. De alguna manera, Echo Chen vino a Gran Canaria a enriquecer las calles por donde pasó y las gentes con las que estrechó vínculos cercanos.

Valores universales al fin y al cabo, en cualquier parte del globo. Ella los traía de serie y los cultivaba, no los perdió porque los compartía, los enseñaba y los difundía. Los llevaba consigo por muy lejos que viajara. 

La casa donde vivió con su pareja José María Quero está situada en la calle Lope de Vega, en Playa del Hombre, en Telde. Hoy luce con una armonía sencilla y adornada de flores.

Hasta para eso tuvo una sensibilidad especial. Echo Chen fue capaz de elegir las manos en las que dejaba la vivienda donde sabía que no podría volver a ser feliz. Lo hizo en circunstancias bien duras, tras la muerte de su marido.

A la que fue su antigua casa acuden hoy muchos viajeros para conocer el lugar que Sanmao describe en sus escritos. Allí encontrará una placa con la imagen de los rostros de Sanmao y José María y la palabra amor en los dos idiomas. 

Dice Sanmao sobre el amor:

“¿Qué era el amor? ¿Por qué era tan amargo y tan doloroso? Una vez lo consigues, no lo dejas marchar ni ante la muerte. Incluso ante la muerte te resistes a dejarlo escapar”. 

Dice Sanmao sobre el amor:

“¿Qué era el amor? ¿Por qué era tan amargo y tan doloroso? Una vez lo consigues, no lo dejas marchar ni ante la muerte. Incluso ante la muerte te resistes a dejarlo escapar”. 

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